miércoles, 20 de octubre de 2010

Beat the Devil


Beat the Devil
(Estados Unidos-Inglaterra-Italia, 1953)
Dirección: John Huston.
Intérpretes: Humphtrey Bogart, Jennifer Jones, Gina Lollobrígida, Peter Lorre.

Casualmente, este blog cumple hoy dos años de inactividad. No viene mal, entonces, añadir un post. Lástima que sea para hablar horrores de una película de 1953 que vimos hace un par de noches. El título original es Beat the Devil (en español, La burla del diablo). Las referencias no podían ser mejores: nada menos que John Huston como director y un elenco que incluye a Humphrey Bogart, Jennifer Jones, Peter Lorre y Gina Lollobrígida. Y para acabar de decidirnos: Truman Capote participó en la escritura del guión que, según nos enteramos más tarde, iba "armándose" a medida que avanzaba la filmación.

Cinco minutos después de empezar a verla (¿cinco?, me temo que estamos siendo generosos) intuimos que la película era un desastre. La trama, sobre unos aventureros deseosos de enriquecerse con el uranio de África, es inverosímil, está mal contada y uno tiene la impresión de que los actores estaban impacientes por cobrar su plata y salir corriendo del set. Algunos argumentan que se trata de una parodia de las películas de serie negra, pero ni como parodia pasa. ¡El colmo del absurdo es tener a la Lollo en el reparto y no sacarla nunca con un vestido escotado, como Dios manda!

Dicen que este es uno de esos filmes que se aman o se odian. Nos anotamos en el segundo bando sin la menor vacilación. Uno de los chiflados por el cine logró, en un alarde de estoicismo, resistirla hasta el final. El otro renunció antes de que el barco de hundiera camino de las costas de África, y prefirió dejarse abrazar por Morfeo.

lunes, 20 de octubre de 2008

12:08 East of Bucharest


12:08 East of Bucharest
(Rumanía, 2006)
Dirección: Corneliu Porumboiu.
Intérpretes: Mircea Andreescu, Teo Corban,Ion Sapdaru.

Todo transcurre en Vaslui. Rumanía, un 22 de diciembre, en el año en que se cumple el décimosexto aniversario de la caída del dictador Nicolae Ceausescu. El director del precario canal de televisión local de ese pequeño pueblo de provincias (Teodor Corban) prepara un talk show sobre el tema y para ello cuenta con dos invitados: un profesor de historia alcohólico (Ion Sapdaru) y un anciano jubilado (Mircea Andeescu). El tema del debate es: ¿hubo o no hubo revolución en nuestro pueblo?

La anécdota es casi inexistente, la escenografía elemental y la cámara hace gala de un minimalismo a veces exasperante. ¿Resultado? Ochenta y nueve minutos inusuales. Una sátira social corrosiva –modesta, pero de alto vuelo–, que te mantiene atento a cada palabra y, sobre todo, a cada gesto de sus tres personajes centrales. Una de las películas más singulares y divertidas de los últimos años, que observa con ánimo entre implacable y generoso la vida contemporánea de uno de los más pobres países ex socialistas de Europa.

Los tres intérpretes que encabezan el elenco son formidables, pero Andreescu "se roba el show" con su rol del anciano especialista en caracterizarse como Santa Claus durante las celebraciones navideñas.

En el 2006, Porumboiu ganó con este filme el premio Cámara de Oro en el Festival de Cannes y el premio del Festival Internacional de Copenhagen. En el 2007 fue candidato al premio al mejor guión en los Premios del Cine Europeo, y los críticos de periódicos como The New York Times y New York Post lo incluyeron en su selección de los diez mejores filmes estrenados en Estados Unidos durante ese año.

Cuando éramos jóvenes, en La Habana, solíamos decir en broma (¿en broma?) que las películas se dividían en buenas, regulares, malas y rumanas. La “nueva ola” del cine rumano nos ha hecho cambiar radicalmente esa opinión.

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viernes, 17 de octubre de 2008

What Happens in Vegas


What Happens in Vegas
(Estados Unidos, 2008)
Dirección: Tom Vaughan
Intérpretes: Cameron Díaz, Ashton Kutcher, Queen Lattifah.

Bueno, queremos suponer que a todos los cinéfilos les sucede lo mismo alguna que otra vez. Pudiendo escoger entre decenas de filmes de calidad, algo nos hace encapricharnos en elegir una de esas peliculitas que llega con presencia nacional a las carteleras de Estados Unidos. (Lo cual, en los tiempos que corren, es casi una garantía de que será una completa estupidez). Este caso no es la excepción. What Happens in Vegas es una comedia (¿comedia?) increíblemente mala y predecible desde que empieza hasta que termina, con una Cameron Diaz muy envejecida que intenta hacernos creer que tiene diez años menos y un Ashton Kutcher tan idiota que uno no sabe si de verdad es idiota o si se trata de pura interpretación. Nada se salva en este bodrio. Altamente recomendada para masoquistas que deseen una sesión de tortura nocturna, o para espectadores mononeuronales.

viernes, 22 de febrero de 2008

Paris je t'aime


Paris je t’aime
(Francia-Liechtenstein-Suiza, 2006)
Dirección: Olivier Assayas ("Quartier des Enfants Rouges"), Frédéric Auburti y Gérard Depardieu ("Quartier Latin"), Gurunder Chadha ("Quais de Seine"), Sylvain Chomet (“Tour Eiffel”, Ethan y Joel Cohen (“Tuileries”), Isabel Coixet (“Bastille”), Wes Craven (“Père-Lachaise”), Alfonso Cuarón (“Parc Monceau”), Christopher Doule (“Porte de Choisy”), Richard LaGravenese (“Pigalle”), Vincenzo Natali (“"Quartier de la Madeleine"), Alexander Payne ("14th arrondissement"), Bruno Podalydés (“Montmartre”), Walter Salles ("Loin du 16ème"), Oliver Schmitz ("Place des Fêtes"), Nobuhiro Suwa ("Place des Victoires"), Daniela Thomas ("Loin du 16ème"), Tom Tykwer ("Faubourg Saint-Denis"), Gus Van Sant ("Le Marais").
Intérpretes: Fanny Ardant, Juliette Binoche, Seydou Boro, Steve Buscemi, Sergio Castellitto, Willem Dafoe, Gérard Depardieu, Marianne Faithfull, Ben Gazzara, Maggie Gyllenhaal, Bob Hoskins, Aïssa Maïga, Margo Martindale, Emily Mortimer, Elias McConnell, Nick Nolte, Catalina Sandino Moreno, Natalie Portman, Miranda Richardson, Gena Rowlands, Ludivine Sagnier, Barbet Schroeder, Rufus Sewell, Gaspard Ulliel, Elijah Wood, Li Xin.

Era lógico pensar que un homenaje a París conformado por una veintena de cortos de directores de diferentes nacionalidades –algunos de gran prestigio– y con conocidas figuras en su elenco, pudiera ser muy atractivo. Sin embargo, a veces la lógica falla. Este es uno de esos casos. Uno esperaba que los directores fueran capaces de contar historias más redondas, impactantes e imaginativas en los cinco minutos asignados a cada uno, pero en la mayoría de los casos el resultado es muy regular, intrascendente o insípido. Hay sus excepciones, como el delicioso e inteligente segmento "Quartier Latin", codirigido por Frédéric Auburti y Gérard Depardieu y escrito y protagonizado por Gena Rowlands, o el certero "14th arrondissement", dirigido por Alexander Payne con Margo Martindale como principal y única actriz. Los de los hermanos Cohen, Gus Van Sant, Isabel Coixet, Nobuhiro Suwa, Tom Tykwer y Gurunder Chadha no están del todo mal, pero tampoco son nada del otro mundo. Por otra parte, la ciudad de París, que debería ser la gran protagonista, a menudo apenas se ve. En resumen: una buena idea, pero un resultado desigual y decepcionante.

domingo, 10 de febrero de 2008

Eva


Eva
(Francia-Italia, 1962)
Dirección: Joseph Losey.
Intérpretes: Stanley Baker, Jeanne Moreau, Virna Lisi.

Si te atrapó la atmósfera retorcida de El sirviente, si te sentiste retado por la compleja trama de Accidente y si te deslumbraron la belleza y la intensidad de El mensajero, existen muchas probabilidades de que esta película, realizada también por el británico Joseph Losey, te defraude . Ni Jeanne Moreau en el rol de una fría “devoradora de hombres”, ni la misteriosa Venecia en blanco y negro que fotografía Gianni di Venanzo ni la partitura jazzística de Michel Legrand logran apuntalar un proyecto fallido. De esta obra de Losey se habla poco. Con razón.

viernes, 8 de febrero de 2008

Sunrise

Sunrise
(Estados Unidos, 1927)
Dirección: F. W. Murnau.
Intérpretes: George O’Brien, Janey Gaynor, Margaret Livingston.

El magnate William Fox le garantizó a Friedrich Wilhelm Murnau que tendría un gran presupuesto y el control absoluto sobre sus obras con tal de que se decidiera a rodar en Hollywood. Incluso estuvo de acuerdo en contratar a la actriz alemana Camilla Horn (la estrella de Tartufo y Fausto, los dos filmes anteriores de Murnau) como principal estrella femenina de su primera película para la Fox. Pero esto último no fue posible porque la UFA, que la tenía contratada, no quiso cederla.

El caso es que el director de Nosferatu se fue a Estados Unidos para hacer una filme inspirado en una novela de Herman Sudermann. El guión lo había escrito el austríaco Carl Dreyer (con quien Murnau había colaborado en Tartufo y La última risa) y como director de arte contaba con el alemán Rochus Gliese, otro de sus colaboradores de confianza. El resultado fue Sunrise: A Song of Two Humans, la obra maestra de su filmografía y una de las más grandes obras del cine de todos los tiempos.

El argumento es muy simple: un campesino (George O’Brien) y su dulce y bella esposa (Janet Gaynor) empiezan a tener problemas en su relación cuando él es seducido por una mujer de la ciudad (Margaret Livingston) que está pasando sus vacaciones en el pequeño pueblo donde viven. Como la forastera se ha fascinado con su rústico amante (¡bueno, a cualquiera le pasaría lo mismo!), le sugiere que invite a su cónyuge a dar un paseo en bote por el lago y que la arroje al agua, para deshacerse de ella, fingiendo un accidente. El joven, inicialmente, rechaza la idea con horror, pero después se anima a llevarla a la práctica. Invita a su mujer a la ciudad y, cuando están atravesando el lago, se acerca a ella dispuesto a asesinarla. En el último momento, recapacita y se arrepiente de su acción. Al llegar a la ciudad, la esposa huye horrorizada, pero él le da alcance y le pide perdón por lo ocurrido. Durante todo el día, disfrutan de los atractivos de la ciudad como dos novios. Pero, al volver al pueblo, una tormenta los sorprende en el bote, ella cae al agua y… Mejor no seguimos, para que puedan descubrir por ustedes mismos cómo termina la historia. Aunque en realidad en esta película de Murnau más que lo que se cuenta, importa como se cuenta.

Las interpretaciones son excelentes y al verlas uno entiende por qué durante el rodaje el director solía repetirles a sus actores: “¡No piensen, actúen!”. Aunque, en honor a la verdad, en varios de sus primeros planos Margaret Livingston parece un travesti.
Sunrise tiene pasajes memorables, como el largo travelling de la secuencia en que los amantes se encuentran a escondidas, bajo la luna llena, o la dramática escena de la tormenta. Las imágenes superpuestas le confieren un estilo visual extremadamente novedoso para la época. Para las escenas de la ciudad, filmadas todas en estudio, fueron construidos unos asombrosos sets.

La película cuenta con una banda sonora sincronizada (una novedad que empezaban a ofrecer los grandes estudios al público). Sin embargo, se respeta la dramaturgia y el estilo interpretativo propios del cine silente. Los letreros de los diálogos son escasos y la partitura desempeña una importante función narrativa. De hecho, en el mundo circularon dos versiones de Sunrise: una con la partitura musical de Hugo Riesenfeld, grabada en el sistema Videotone (que estaba estrenando la Fox), y otra muda, para exhibir en las salas donde aún no se contaba con ese sistema.

En 1929, en la primera edición de los premios de la Academia (aún no se llamaban Oscar), Sunrise ganó el galardón denominado “Best Picture, Unique and Artistic Production”. Janet Gaynor mereció el premio a la mejor actuación protagónica femenina por su trabajo en esta y otras dos películas, y también fue galardonada la excelente fotografía de Charles Rosher y Karl Struss. El director de arte tuvo que conformarse con una nominación.

Este impresionante poema visual, como era previsible, no tuvo el éxito de taquilla que se esperaba. A partir de entonces, la Fox limitó el control de Murnau sobre sus dos siguientes producciones. El director falleció en 1931, a los 42 años, en un accidente automovilístico. Acababa de rodar Tabú, en colaboración con Robert Flaherty, y estaba trabajando en su musicalización. El estreno en Nueva York tuvo lugar una semana después.

Estos son diez de los mejores minutos de la película:

miércoles, 6 de febrero de 2008

Atonement


Atonement
(Inglaterra, 2007)
Dirección: Joe Wright.
Intérpretes: James McAvoy, Keira Knightley, Romola Garai, Saoirse Ronan, Vanessa Redgrave.

Una historia sobre la culpa y la expiación, filmada con exquisitez y montada con creatividad. Claro que ¡tampoco es para tanto alboroto! ¿O sí, teniendo en cuenta lo difícil que es hallar dramas amorosos medianamente inteligentes y bien hechos en los tiempos que corren? La estructura a veces puede resultar un poco (innecesariamente) complicada, sobre todo en las escenas de la Segunda Guerra Mundial, donde la información que se da sobre la situación en que se encuentra el personaje central es mínima y uno tiene que suponer mucho. ¿Lo mejor? Primero: La impactante actuación de Saoirse Ronan en el papel de la adolescente Briony Tallis. Segundo: La forma en que nos vemos obligados a “armar” la historia, y a revisarla, luego de la efectiva trampa que encierra el desenlace. Tercero: El uso del sonido de las teclas de la máquina de escribir como un componente dramático clave en la partitura musical. A ratos emotiva, preciosista y lírica; pero también rfría, reiterativa, aburridilla (¡no nos digan que no se hartaron de ver a aquellos tres infelices soldados caminando por el campo!) y cursi (¿a qué venían esas superfluas imágenes finales de la pareja protagónica a la orilla de una playa?). Cuando la película termina, no te deja aquella sensación de haber visto una obra tan redonda como la que Joe Wright logró con Orgullo y prejuicio, su primera película.

lunes, 4 de febrero de 2008

Cinco atardeceres



Cinco atardeceres
(URSS, 1978)
Dirección: Nikita Mijalkov.
Intérpretes: Ludmila Gurchenko, Stanislav Liubshin, Valentina Telichkina.

Obligado a hacer un alto en el rodaje de Oblomov, en espera del cambio de estación, Nikita Mijalkov tuvo la idea de aprovechar esos cortos meses para hacer otra película, de escaso presupuesto y pocos actores,, como una estrategia para mantener cohesionado al equipo técnico. Así nació Cinco atardeceres, adaptación de una obra teatral ambientada en el Moscú de 1957.

Tamara (Ludmila Gurchenko) y Sasha (Stanislav Liubshin) se vuelven a encontrar, después de largos años de separación, y a lo largo de cinco encuentros irán reanudando su relación sentimental. La ambientación te sitúa de inmediato en las penurias económicas y las consignas estalinistas de la postguerra, cuando distintas familias se veían obligadas a compartir una misma vivienda y el entorno, sofocante, estaba lleno de chismes, mezquindades y tensiones.

A diferencia de luminosas y coloridas películas como Esclava del amor y Pieza inconclusa para piano mecánico, en las que hay un amplio reparto y grandes espacios exteriores, Cinco atardeceres es una producción muy íntima, con un maravilloso uso del blanco y negro, que se apoya, básicamente, en las magistrales actuaciones de la pareja protagónica. Tanto Gurchenko como Liubshin, dos de los mejores intérpretes rusos de esta época, tuvieron la oportunidad de desplegar todo su talento en unos personajes de gran complejidad, contradictorios y ricos en matices. Valentina Telichnika tiene a su cargo el breve pero exigente papel de Zoya, la amante de Sasha. Larisa Kustnetsova es la rebelde Katia, un personaje que se roba al espectador con su espontaneidad y su desenfado. Igor Nefyodov como Slava, el sobrino de Tamara, otro representante de la nueva generación. (Lamentablemente este actor se suicidó en 1993, a los 33 años de edad).

Cinco atardeceres es una pequeña joya de la filmografía de Nikita Mijalkov. Una de sus obras menos conocidas, pero de mayor fuerza dramática, encanto y humanismo.

Este fragmento tiene un primer plano de la Gurchenko que vale un millón de pesos:

Mi tío Benjamín


Mi tío Benjamín
(Francia, 1969)
Dirección: Edouard Molinaro.
Intérpretes: Jacques Brel, Claude Jade, Bernard Alane, Bernard Blier.

Uno de nosotros siempre ha sido un gran admirador de Jacques Brel, por lo que durante años habíamos buscado por todas partes esta película, la tercera de las diez que alcanzó a filmar el popular cantante y actor belga antes de su prematura muerte, ocurrida en 1978, cuando tenía 49 años de edad. En esta adaptación de la novela de aventuras publicada por Claudie Tillier en 1842, Brel interpreta a Benjamín Rathery, un médico rural deseado por todas sus pacientes, amante de los buenos vinos y enemigo acérrimo del matrimonio y la nobleza. La joven Manette (Claude Jade), hija de un hostelero, está enamorada de él, pero se niega a entregarle su virginidad si antes no se casa con ella. Un incidente con el marqués de Camyse (Bernard Blier) envía a Benjamín a prisión, pero su joven amigo el vizconde de Pont-Cassé (Bernard Alane) consigue que el rey Luis XV cambie su condena a prisión por el destierro. La escena final nos muestra a Benjamín, su sobrino adoptivo Gaspar (Dominique de Keuchel) y su amada Manette camino del exilio. Pero antes, hacen un alto cerca de un río y, mientras el chiquillo se dedica a pescar el almuerzo, la pareja decide hacer uso del “capital” de Manette (su virginidad) sin haber pasado antes por la iglesia.

La película de Molinaro se mantiene increíblemente fresca, con una edición muy ágil, una música excelente (de François Rauber y el propio Jacques Brel) y unas actuaciones encantadoras, chispeantes, muy a tono con el género. Brel se destaca por su espontaneidad y su simpatía. Es el clásico galán feo, pero irresistible, que se encuentra a menudo en el cine francés. Aunque la copia que finalmente pudimos conseguir es bastante deficiente (calidad Marakka 2000, la firma miamense a la que ya hemos alusión en otro post), como no existen otras ediciones de la película en DVD, la tomas o la dejas. Y nosotros la tomamos, y la disfrutamos como hace más de 30 años, cuando se exhibió en La Habana.

Aquí pueden ver 29 segundos. Apenas un abrebocas:

sábado, 2 de febrero de 2008

Becoming Jane


Becoming Jane
Dirección: Julian Jarrold.
Intérpretes: Anne Hathaway, James McAvoy, Maggie Smith.

La película tiene una ambientación y una fotografía exquisitas, buena música y dos actores estupendos en los papeles protagónicos. Sin embargo, una hora después de los créditos iniciales uno empieza a mirar el reloj y a preguntarse cómo rellenarán la hora siguiente. La trama recrea, tomándose muchas libertades, un episodio de la casi desconocida vida de Jane Austen, estableciendo puntos de contacto con personajes y situaciones que la autora británica desarrolló en sus novelas. Si el argumento de la película lo hubiera escrito la propia Miss Austen, probablemente sería una delicia. Lamentablemente, dista mucho de serlo.

Aquí, el tráiler:

jueves, 31 de enero de 2008

Vassa

Vassa
(Rusia, 1983)
Dirección: Gleb Panfilov.
Intérpretes. Inna Churikova, Vadim Mikhajlov, Nikolai Skorobogatov, Valentina Telichkina.

Esta película es una adaptación de Vassa Zheleznova, obra teatral del escritor Maximo Gorki que narra los avatares de la propietaria de una naviera en el imperio zarista durante los años previos a la Revolución de Octubre. Vassa es una mujer de hierro que maneja con el mismo carácter indoblegable los asuntos de su negocio que sus problemas familiares. Es capaz de convencer a su esposo (Vadim Mikhajlov) para que se suicide con tal de salvar el honor de los suyos, y también de ocultar la muerte de un marinero revolucionario con tal de no echar a perder la inauguración de uno de sus barcos. Sin embargo, detrás de esa apariencia férrea se adivina una mujer sensible, a quien las circunstancias han convertido en el monstruo que es. La película retrata de forma certera las contradicciones de la clase capitalista en ese momento de la historia de Rusia, así como el surgimiento de ideas nuevas que se abren paso a pesar de la represión. Aunque todo el elenco es estelar, Inna Churikova, como siempre, se convierte en el principal foco de atención, esta vez con una interpretación sorprendentemente interior y mesurada, cuando, por las características del personaje, se hubiera podido permitir todo tipo de excesos dramáticos. Visualmente, la película es exquisita, con una espectacular ambientación de interiores art nouveau. No es ni lo mejor de Panfilov ni lo mejor de la Churikova, pero aun así, es el resultado es sobresaliente.

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martes, 29 de enero de 2008

La película de los Simpson

La película de los Simpson
(Estados Unidos, 2007)
Dirección: David Silverman.
Intérpretes: Dan Castellaneta, Julie Kavner, Nancy Cartwright, Yeardley Smith, Albert Brooks.

Dieciocho años después, los Simpson no han perdido su encanto ni su capacidad de escandalizar. Quizás algunos puedan hacerle cientos de objeciones a este primer largometraje protagonizado por la más célebre familia de la maltratada clase media estadounidense, pero a nosotros, que formamos parte de sus admiradores, nos divirtió bastante. Bueno, de acuerdo: es más de lo mismo. Al fin y al cabo, es como si vieras tres episodios seguidos de la serie de televisión, solo que en cinemascope. Pero ¿y qué? El guión está bien concebido, tiene gags ingeniosos y Homero se muestra todo lo estúpido, grosero y políticamente incorrecto que era de esperar. Uno casi lamenta que, al final, el protagonista salve a su comunidad de la catástrofe que él mismo ha provocado y se redima. Secuencia memorable: Bart desnudo, volando en su patineta por las calles de Springfield. Pasamos un rato agradable viéndola.

lunes, 21 de enero de 2008

La decisión


La decisión
(Cuba, 1964)
Dirección: José Massip.
Intérpretes: Mario Limonta, Daysi Granados, Adela Escartín, Miguel Benavides.

Una película merecidamente olvidada, escrita y dirigida por José Massip. Falsa y pretenciosa, intenta combinar recursos estilísticos de la nueva ola francesa con la denuncia a la discriminación racial y los valores morales burgueses de la Cuba anterior a 1959. El guión incluye poemas de Pablo Neruda leídos en off y una escena en la que un grupo de supuestos actores aficionados interpreta La soprano calva, de Ionesco. Filmada en Santiago de Cuba, sus principales valores están en la fotografía de Jorge Haydú y en la música de Leo Brower. Daysi Granados debuta en el papel de María, una estudiante “casi blanca” que se enamora de Pablo (Mario Limonta), un compañero de estudios "mulato atrasado"

Sólo la simpatía por la joven cinematografía de la revolución cubana puede explicar que el jurado del festival de Karlovy Vary le concediera un premio “a la mejor dirección de actores” (algo que precisamente aquí brilla por su ausencia). La copia que tenemos es bastante defectuosa, pero no se puede pedir más cuando se trata de películas que llevan décadas encerradas en las bóvedas del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.
Y después de este reto a la paciencia del espectador más magnánimo, dejemos descansar el cine cubano de los 1960 durante unos días...

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El otro Cristóbal


El otro Cristóbal
(Cuba, 1963)
Dirección: Armand Gatti.
Intérpretes: Jean Bouise, Alden Knight, Bertina Acevedo, Pierre Chaussat, Marc Dudicort, Eslinda Núñez, José Antonio Rodríguez, Agustín Campos, Carlos Ruiz de la Tejera.

En 1962, el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) invitó al director de cine y teatro francés Armand Gatti a realizar una película en La Habana. El rodaje de El otro Cristóbal o Los tambores de Oggún se inició el 22 de septiembre de ese año y se prolongó hasta el 31 enero de 1963. La versión inicial tenía una duración de cuatro horas y media, pero fue reducida a dos para su exhibición al público. Sin embargo, aunque fue incluida en la selección oficial del Festival de Cannes (donde dividió a la crítica y recibió el Prix des Écrivains de Cinéma et de Télévision), nunca fue proyectada comercialmente en Europa. En Cuba, resultó un fracaso absoluto. No podía ser de otro modo, dado el carácter sumamente experimental de la producción.

La trama, esperpéntica y surrealista, transcurre en un país imaginario de América Latina, gobernado por el Almirante Anastasio. Cuando el temido dictador muere, como resultado de su rebeldía ante los designios divinos, llega al Purgatorio (concebido como un gran casino de lujo), entra al paraíso por la fuerza, da un golpe de estado y encierra en jaulas colgantes a Olofi y al resto de las deidades negras del panteón yoruba. Sólo la Virgen de la Caridad queda libre, por hallarse en ese momento en la tierra, y a partir de entonces comienza a ser perseguida. El Almirante Anastasio (cualquier parecido con la realidad actual de América Latina es ¿pura coincidencia?) decide imponer la Nueva Constitución del Cielo: “Artículo primero: En adelante, el Cielo se denominará Infierno”, proclama. “Artículo segundo: Los habitantes del Cielo serán llamados diablos”. Mientras tanto, Cristóbal (Jean Bouise), un marino extranjero, y Julio Bobadilla (Alden Knight), un campesino negro convencido de la importancia de la música del órgano de Manzanillo para estimular la revolución, se convierten en los líderes de un movimiento social que logra derrocar al tirano a ritmo de conga.

La concepción de algunos personajes resulta desconcertante (por ejemplo, la virgen de la Caridad, interpretada por la actriz negra Bertina Acevedo, usa un estrafalario disfraz de gallina). La película es resultado de la mirada de un equipo de cineastas franceses deslumbrados por la cultura popular cubana y excitados por la atmósfera de los años “románticos” de la revolución.

La dirección de fotografía es de Henry Alekan, quien había hecho 15 años atrás La Bella y la Bestia de Jean Cocteau. Los alucinantes y muy teatrales decorados y diseños de vestuario de Hubert Monloup fueron inspirados, sin duda alguna, por las carrozas de los carnavales y por los shows de los cabarés habaneros de la época. La banda sonora de Gilberto Valdés incluye cantos yorubas, sones y canciones de corte bretchiano. Sin duda alguna, este filme de Gatti se adelantó en varias décadas a las tendencias posmodernistas y aún hoy día su utilización del absurdo resulta transgresora y desconcertante, así como su dramaturgia y la teatralidad de la puesta en escena. Algunas escenas se rodaron durante la Crisis de los Misiles.

Hoy día, este filme es una pieza de arqueología casi imposible de encontrar. En Cuba, no volvió a proyectarse públicamente después de 1963; pocos lo recuerdan y menos aún lo han visto. (Nosotros tuvimos la suerte de verlo en 1989, en una proyección privada en una salita del ICAIC). El otro Cristóbal es insólito, irreverente, irrepetible: haber conseguido una copia en DVD es casi un milagro, y verlo nuevamente, una experiencia memorable.

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La salación


La salación
(Cuba, 1965)
Dirección: Manuel Octavio Gómez
Intérpretes: Josefina Enríquez, Lorenzo López, Blanca Contreras, Teté Blanco.

Seguimos con el cine cubano de principios de 1960. Esta película –de la que uno de nosotros tenía un vago recuerdo– no resultó tan terrible con esperábamos. Se trata de una comedia de costumbres sobre el tabú de la virginidad en las familias cubanas de mediados de los años 1960. Josefina Henríquez se destaca en el papel de una madre autoritaria e intrasigente. Dulce y Amado, los novios, interpretados por los debutantes Blanca Contreras y Lorenzo López, proyectaron frescura y autenticidad. Ella más tarde trabajó mucho en la televisión, pero nunca en roles protagónicos. En cuanto a él, no volvió a verse en la pantalla, pero se le recordará como uno de los “bombones” más apetitosos del cine cubano. Teté Blanco está deliciosa en el episodio de la prostituta que seduce a Amado. Marta Farré e Idalia Anreus tienen a su cargo roles secundarios. Tiene muchos defectos, la edición es arrítmica y el doblaje deja que desear, pero aun así se ve con más interés que muchos de los bodrios que el ICAIC ha estrenado durante las dos últimas décadas.

sábado, 19 de enero de 2008

Manuela


Manuela
(Cuba, 1966)
Dirección: Humberto Solás.
Intérpretes: Manuela Legrá, Adolfo Llauradó, Olga González, Luis Alberto García.

Cuba, 1958. Una joven campesina (Adela Legrá) se une a las filas del ejército rebelde, en la Sierra Maestra. Su madre murió cuando los soldados de Batista quemaron su bohío y actúa empujada por la necesidad de venganza. Convertida en guerrillera, sufrirá una transformación al conocer al Mexicano (Adolfo Llauradó), un compañero de armas que la enamora y la instruye.

Este cortometraje de Humberto Solás es el antecedente directo de su obra maestra Lucía. La historia es elemental, pero efectiva, y los actores y los extras consiguen una impresionante autenticidad. El contenido político directo y aleccionador de algunos diálogos y cierta ingenuidad al construir la historia (por ejemplo, la facilidad con que los enemigos se rinden en la secuencia final) no impiden que Manuela se siga con interés. Posee encanto, sobre todo por la autenticidad de la protagonista, y contiene pasajes de indiscutible lirismo y fuerza dramática.

El ascendente del cinema novo brasileño (Nelson Pereira Dos Santos, Glauber Rocha, Ruy Guerra) resulta notorio. La cámara en mano de Jorge Herrera, la edición de Nelson Rodríguez y la excelente música de Tony Taño contribuyen a la calidad general. Lo peor: los momentos panfletarios, la barba postiza de Llauradó y el parlamento final de Manuela en medio de sus estertores.

El cartel que utilizamos como ilustración lo hizo Eduardo Muñoz Bachs.

El magnífico cornudo


El magnífico cornudo
(Italia-Francia, 1964)
Dirección: Antonio Pietrangeli.
Intérpretes: Ugo Tognazzi, Claudia Cardinale, Bernard Blier, Michèle Girardon, Gian María Volonté.

Como se dice, al ver al fin esta película “matamos el enano”. Cuando se puso en La Habana de los años 1960, no pudimos ir a los cines a verla, porque era prohibida para menores de 15 años. Se trata de una agradable comedia sobre los celos enfermizos, bien ambientada en las calles y en los salones selectos de Roma. Andrea Artusi (Ugo Tognazzi) es un acaudalado fabricante de sombreros que, a causa de su orgullo de macho latino, se ve obligado, casi en contra de su voluntad, a tener una aventura extraconyugal con Cristiana (Michèle Girardon), la esposa de un miembro de su círculo de amistades. Al comprobar la facilidad con que Cristiana engaña a su marido, Andrea comienza a temer que su bella y fiel esposa María Grazia (Claudia Cardinale) haga otro tanto con él. Lo que comienza como una simple sospecha, desemboca en una obsesión incontrolable.

La película tiene buena factura y ritmo, diálogos divertidos e interpretaciones convincentes, en especial la de Ugo Tognazzi como el tragicómico cornudo. Su talón de Aquiles: la escena del striptease imaginario que María Grazia hace sobre una cama, para seducir a los amigos de su marido, es innecesariamente larga y de un erotismo un tanto pasado de moda.

viernes, 18 de enero de 2008

Black book


Black book
(Holanda-Alemania-Bélgica, 2006)
Dirección: Paul Verhoeven.
Intérptetes: Clarice van Houten, Sebastian Koch, Thom Hoffman.

Un excelente thriller ambientado en Holanda durante la ocupación alemana. La trama introduce frecuentes puntos de giros que consiguen sorprender al espectador y los personajes tienen una apreciable densidad psicológica. La actuación de Clarice van Houten es el pilar del filme. Como buena parte de las películas holandesas que hemos visto en los últimos años (Carácter, Antonia, Twin Sisters) es sólida y con una factura impecable. Una joya de su género. La empezamos a ver si grandes expectativas y poco a poco nos fue atrapando. La disfrutamos mucho.

Aquí, el tráiler:





Eastern promises


Eastern promises
(Inglaterra-Canadá-USA. 2007)
Dirección: David Cronenberg.
Intérpretes: Vigo Mortessen, Naomi Watts, Vincent Cassel, Armin Mueller-Stahl.

Una historia de mafiosos rusos, ambientada en el Londres actual. La trama atrapa, aunque al final incurra en situaciones un tanto inverosímiles y ofrezca soluciones simplistas. El mérito principal está en las caracterizaciones que hacen Mortenssen y Cassel. Buena dirección y fotografía, violencia en dosis generosas y una que otra pincelada melodramática. A fin de cuentas, nada excepcional. Seguimos prefiriendo al Cronemberg de la original y memorable Crash.

Este es el tráiler:


Away from her


Away from her
(Canadá, 2006)
Dirección: Sarah Polley.
Intérpretes: Julie Christie, Gordon Pinsent, Olimpia Dukakis.

Por una vez, opiniones ligeramente divididas:

Opinión A: Sin ser un filme excepcional, aborda un tema interesante, muy importante en la sociedad contemporánea, donde la población tiende a vivir más años, pero también a padecer con más frecuencia la pérdida de la memoria. La historia logra mantenerse fuera del melodrama y las actuaciones de Julie Christie y Gordon Pinsent son eficaces.

Opinión B: Sarah Polley me encanta como actriz, pero todavía está verde como directora. La película es ligeramente aburrida, reiterativa y, hacia el final, desesperante. La interpretación de Julie Christie, como de costumbre, es es muy buena, pero ¡tampoco es para un Globo de Oro!

A continuacíón pueden ver el tráiler:

El Maestro y Margarita


El Maestro y Margarita
(Rusia, 2005)
Dirección: Vladimir Bortko.
Intérpretes: Anna Kovalchuk, Alexandr Galibin, Oleg Basilashvili, Kirill Lavrov.

Adaptación, en diez capítulos de una hora de duración cada uno, de la novela El Maestro y Margarita, del novelista ruso Mijaíl Bulgákov. Como es tradición en el cine y la televisión rusos, la adaptación es de una fidelidad asombrosa. La producción –cuyo costo se ha estimado en unos cinco millones de dólares–, es una exquisitez por su vestuario, la fotografía (que alterna secuencias en sepia y en colores) y la impactante música de Igor Kornelyuk. Los efectos especiales, sin ser nada del otro mundo, cumplen su cometido.

La historia se desarrolla en dos planos: uno de ellos, la Rusia de Stalin en los años 1930; el otro, la Jerusalén de Poncio Pilatos. Todo comienza cuando el diablo, bajo el nombre Voland y con el aspecto de un elegante caballero extranjero, llega a Moscú para celebrar su baile anual y de paso observar de cerca a la gente que vive en la ciudad bajo un nuevo régimen político. La excéntrica comitiva que lo acompaña en su visita desencadena todo tipo de incidentes sobrenaturales que ponen en jaque las costumbres y la ideología comunistas.

A través de diversas subtramas y de una variada galería de personajes, se satirizan de manera cáustica males como la doble moral, la burocracia, el miedo a lo foráneo, el absolutismo político y la represión de que son víctimas todos los ciudadanos. La acción principal, ambientada en el Moscú estalinista, establece un sugestivo contrapunteo con una atrevida reelaboración de la historia de Ieshua Ha-Notsri (Jesús) y Pilatos.

El personaje del Maestro tiene tintes autobiográficos, pues, al igual que el escritor que termina encerrado en un manicomio después de haber tratado de publicar una novela “inapropiada”, también Bulgákov quemó algunos de sus manuscritos ante la intolerancia y las reacciones adversas de los comisarios de la cultura soviética.

El elenco es extraordinario. Sobresalen Oleg Basilashvili, como Voland, y Kirill Lavrov, como Pilatos, con unas interpretaciones impecables, llenas de sutilezas. La Margarita de Anna Kovalchuk cobra fuerza, sobre todo, a partir de su transformación en bruja. También sobresale Aleksandr Galibin con la cuidadosa caracterización del hermético y atormentado Maestro. Nos encantó de manera especial el trabajo de Aleksandr Abdulov en el jugoso papel de Koroviev, el “secretario” de Satán.

Bulgákov empezó a escribir el primer borrador de El Maestro y Margarita en 1928 y continuó trabajando sobre él, en versiones sucesivas, hasta pocas semanas antes de su muerte, que se produjo en 1940. La obra se publicó por primera vez en 1966, censurada, en la revista literaria Moscú. El texto no vio la luz íntegramente hasta 1973.

Esta no es la primera vez que se adapta el libro. En 1971, Andrezj Wajda hizo una película para la televisión alemana que se basaba en los pasajes dedicados a Poncio Pilatos. En 1972, se rodó una versión cinematográfica italo-yugoslava dirigida por Aleksandar Petrovic, con Ugo Tognazzi y Mimsy Farmer en los roles del Maestro y Margarita. En 1989, el realizador polaco Maciej Wojtyszko hizo una adaptación en cuatro capítulos, para la televisión. En 1994, el director ruso Yuri Kara hizo una nueva versión para el cine.

Varias décadas después de su creación, la novela de Bulgákov sigue resultando polémica y cáustica. En 2006, el museo moscovita dedicado al escritor fue vandalizado por un fanático religioso por considerar que El Maestro y Margarita es propaganda satánica.

Hemos pasado diez noches deliciosas siguiendo las venturas y desventuras de los personajes, pero desgraciadamente ya se acabaron los capítulos. ¿Qué veremos ahora? Quizás otra serie del mismo director, basada en otro clásico de la literatura rusa: El idiota, de Fiodor Dostoievski. También son diez capítulos de una hora… ¡Allá vamos, Mishkin!

Este es el inicio de la secuencia del diabólico baile de máscaras en el que, a petición de Voland, Margarita recibe a los invitados en su calidad de reina:


miércoles, 16 de enero de 2008

Nunca pasa nada


Nunca pasa nada
(España-Francia, 1963)
Dirección: Juan Antonio Bardem.
Intérpretes: Corinne Marchand, Julia Gutiérrez-Caba, Jean-Pierre Cassel, Antonio Casas.

Una grata sorpresa. Esta película de Juan Antonio Bardem, de la que poca gente se acuerda, es quizás una de las creaciones más importantes del cineasta español. La llegada a un pequeño pueblo de provincias de una artista francesa de varietés (Corinne Marchand, la inolvidable Cleo de Agnès Varda) y su ingreso en un hospital a causa de una apedicitis, desencadenan una curiosidad de magnitudes insospechadas en los pobladores del lugar. El médico que la atiende (Antonio Casas), deslumbrado por su belleza y su alegría de vivir, se deja arrastrar por un romance irracional que pondrá de relieve los conflictos de su rutinario matrimonio con Julia (Julia Gutiérrez Caba).

Corinne Marchand y Julia Gutiérrez Caba interpretan a dos mujeres que son como las dos caras de una moneda. Una, moderna, atrevida y ajena al qué dirán; la otra, tradicional, conservadora y testigo y víctima de los chismes y de la mezquindad de quienes la rodean. Jean-Pierre Cassel, como el romántico profesor de francés, simboliza a una nueva España que aún tiene la oportunidad de romper ese círculo vicioso en el que "nunca pasa nada" y escapar en busca de nuevos horizontes. ¿Lo hará?

De todos los filmes que hemos visto de Bardem, este es sin duda uno de los mejores y más redondos. Una historia intensa, con personajes sólidos, que consigue retratar de forma inteligente, crítica y amena la monotonía y la desesperanza de una España profunda que parecía detenida en el tiempo. La copia que tenemos en nuestra colección fue tomada de una trasmisión por televisión, pero es bastante buena.

Los músicos de Gion


Los músicos de Gion
(Japón, 1953)
Dirección: Kenji Mizoguchi.
Intérpretes: Michiyo Kogure, Ayako Wakao, Seizaburo Sawazu.

En Gion, un distrito de Kyoto, durante los años de la posguerra, una joven de 16 años llamada Eiko (Ayako Wakao) da sus primeros pasos como aprendiza de geisha. La bella y experimentada Miyoharu (Michiyo Kogure) acepta ser su tutora y enseñarle los secretos de su profesión. El filme desmitifica la idea occidental acerca de las geishas y muestra el duro entrenamientos que estas deben recibir para cotizarse como acompañantes de hombres ricos y poderosos. Miyoharu, una mujer que se niega a entregar su corazón y que actúa en franca rebeldía con lo que se espera de ella, es un personaje sumamente atractivo y complejo, interpretado con solvencia.
La película refleja el enfrentamiento entre las tradiciones centenarias y las nuevas ideas que se abrían paso en la sociedad nipona después de la Segunda Guerra Mundial. Mizoguchi, un gran conocedor del mundo de las geishas (la hermana con quien se crió fue una de ellas), retrata sin idealismo la vida cotidiana de estas mujeres. La fotografía en blanco y negro acentúa el dramatismo de la historia y, por momentos, sus encuadres nos remiten a los antiguos grabados japoneses.

Al ver esta película por segunda vez le descubrimos nuevos matices y subtextos. Lo que seguimos sin entender es por qué el título en español. Los músicos a que se alude en él, no aparecen por ninguna parte.

viernes, 11 de enero de 2008

Cómicos


Cómicos
(España-Argentina, 1954)
Dirección: Juan A. Bardem.
Intérpretes: Christian Galvé, Fernando Rey, Emma Penella, Mariano Asquerino.

Siguiendo nuestro desordenado (cronológicamente) “ciclo Bardem”, vimos la primera película que dirigió este cineasta en solitario, una recreación de la vida un tanto gris y desesperanzada de los cómicos itinerantes en la España de la posguerra. Provenir de una familia gente de teatro permitió a Juan Antonio Bardem retratar con autenticidad y verosimilitud el mundo de los teatros de provincia, las pensiones, los cafés y los viajes en tren de un pueblo a otro. La actuación protagónica de la argentina Elisa Christian Galvé como Ana Ruíz, la dama joven de la compañía teatral, es convincente y sobria. (Aunque el diseño de cubierta del DVD destaque a Emma Penella. en realidad su rol es secundario). Los encuadres y la edición son de primera, y el guión tiene un interesante uso de los comentarios en off de la heroína. Si bien las situaciones pueden resultar previsibles y el argumento cae en lugares comunes de los melodramas de la época, la película tiene una indudable dignidad.

miércoles, 9 de enero de 2008

Vals para un millón


Vals para un millón
(Checoslovaquia, 1960)
Dirección: Josef Mach.
Intérpretes: Jozef Adamovic, Karla Chadimová, Vladmir Ráz.

Esta película, estrenada en Praga el 10 de marzo de 1961, hizo furor en La Habana algún tiempo después y permanece en el recuerdo de mucha gente. Su hermosa banda sonora y su trama juvenil causaron un gran impacto entre los espectadores. Cuenta la historia de dos jóvenes campesinos (él, Franta, es trompetista; ella, Jana, trabajadora de una vaquería) que coinciden en la capital checa durante la celebración de una espartaquiada. El flechazo entre ellos es inmediato, pero las mentiras de Franta para hacerle creer a Jana que vive en Praga, genera un malentendido que los distancia. Por supuesto, en los minutos finales se produce la previsible reconciliación.

Una historia de amor grata y refrescante, muy en el estilo del cine checo anterior a la Primavera Negra de Praga. Aunque de forma indirecta muestra una sociedad “ideal”, lo hace sin explícitos mensajes ideológicos. Los protagonistas, Jozef Adamovic y Karla Chadimová, tenían 20 y 17 años, respectivamente, cuando rodaron la película. La voz de ella la dobló Jaroslava Tvrzniková. Los solos de trompeta que interpreta él, los grabó Ivo Preis.

La vimos con mucho temor, pensando que después de cuatro décadas podría resultar odiosa. Sin embargo, se sigue disfrutando; las actuaciones de la pareja principal son frescas y la música, estupenda. Conseguimos el DVD en Miami, donde fue editado por una firma de dudosa reputación llamada Marakka 2000. Aunque la calidad de las copias de esta empresa suele ser bastante mala, en esta ocasión, para sorpresa nuestra, la imagen resultó muy aceptable.

martes, 8 de enero de 2008

La virgen de la Caridad


La virgen de la Caridad
(Cuba, 1930)
Dirección: Ramón Peón.
Intérpretes: Miguel Santos, Diana V. Marde, Matilde Mauri, Francisco Muñoz, Guillermo de la Torre.

Estrenado simultáneamente el 8 de septiembre de 1930 en las seis provincias que había entonces en Cuba, este largometraje silente tuvo una cálida acogida y aún hoy se contempla con respeto y admiración. Su argumento fue escogido a través de un concurso convocado por el periódico habanero El Mundo, y Ramón Peón –un pionero de la cinematografía cubana– tuvo a su cargo la adaptación y la dirección.

La trama está centrada en los amores de Yeyo (Miguel Santos), un joven campesino humilde, y Trina (Diana V. Marde), hija de un terrateniente. El padre de Trina desea casarla con el malvado Guillermo Fernández (Guillermo de la Torre), el hijo de un poderoso ganadero. Cuando Yeyo y su abuela Ritica (Matilde Mauri) están a punto de ser injustamente despojados de su finca La Bijirita, y Trina a un paso de unirse al villano de la historia, el inesperado descubrimiento del título de propiedad de las tierras, que estaba oculto dentro de una imagen de la Virgen de la Caridad, da un giro de 180 grados a los acontecimientos.

La película tiene un inteligente libreto, buenas locaciones en exteriores, secuencias con un magnífico montaje (por ejemplo, la de la carrera de caballos) e interpretaciones que, en una época en que los actores de cine aún era bastante ampulosos, llaman la atención por su mesura.

Uno de los mayores elogios que ha recibido esta singular joya de la cinematografía cubana proviene del historiador francés George Sadoul, quien se entusiasmó al descubrirla y declaró: “He recibido una grata sorpresa con La virgen de la Caridad, una película silente de mucha calidad, que puede calificarse de neorrealista. He observado toda la producción de Argentina y Brasil correspondiente a los años de esta película cubana y no hay en aquellos países nada superior. Excelente por la actuación de los artistas, la dirección, el montaje y el decorado natural”.

El fotógrafo Néstor Almendros escribió que Ramón Peón era “un artista visual, un narrador de excepcional talento”, y lo denominó “el Griffith cubano”.

sábado, 5 de enero de 2008

La cena


La cena
(Italia-Francia, 1998)
Dirección: Ettore Scola.
Intérpretes: Fanny Ardant, Vittorio Gassman, Stefanía Sandrelli, Giancarlo Giannini.

Otra lección de gran cine del maestro Ettore Scola (El baile, La noche de Varennes, Nos amábamos tanto, Una jornada particular). Se trata de una película coral con un restaurante romano como único escenario. Flora (Fanny Ardant), la comprensiva y aparentemente relajada dueña, da la bienvenida a una serie de clientes que, mientras comen y beben, van revelándonos conflictos de muy diversa índole: desde el profesor de filosofía (Giancarlo Giannini) que desea librarse de alumna con la que mantiene un romance secreto hasta la madre mundana y frívola (Stefanía Sandrelli) que se niega a aceptar que su desea quiera ser novica en un convento. En su penúltima aparición en el cine, Vittorio Gassman interpreta a un intelectual que mira la vida pasar desde las barreras. La cámara se mueve constantemente de una mesa a otra, a veces deteniéndose, a veces pasando rápidamente y captando una expresión fugaz o una frase dicha al vuelo.
A pesar de la abundancia de personajes, es una película íntima y que deja en el espectador una agradable sensación de calidez humana y el deseo de volverla a ver pronto. Aquí, la maravillosa secuencia final, cuando el restaurante deja de brindar servicio, unos pocos habituales se quedan a jugar a las cartas con la dueña y algunos empleados, y una pareja de turistas japoneses, con su hijo fanático de los videojuegos, sale a la calle a tomar un taxi:



Il bidone


Il bidone
(Italia-Francia, 1955)
Dirección: Federico Fellini.
Intérpretes: Broderick Crawford, Richard Basehart, Franco Fabrizi, Giulietta Massina.

Más cerca de la estética neorrealista que del peculiar estilo que Federico Fellini desarrolló a partir de La dolce vita, este filme narra las andanzas de una banda de estafadores que poca monta que se aprovecha de la ingenuidad de los campesinos para robarles y sobrevivir. A pesar de algunos toques melodramáticos, es una obra conmovedora sobre las contradicciones de la naturaleza humana y la capacidad de redención. La actuación de Broderick Crawford es uno de los pilares que sostiene la película. Richard Basehart, brillante como era habitual en él. Giulietta Massina ofrece una interpretación con recursos muy diferentes a los que había usado un año antes en La Strada, optando por luna contención y una sobriedad de gran eficacia dramática.

Fama


Fama
(Estados Unidos, 1980)
Dirección: Alan Parker.
Intérpretes: Irene Cara, Lee Curreri, Maureen Teefy, Barry Miller.

Aunque hoy cause estupor, la New York City High School for the Performing Arts de Manhattan se negó a que Alan Parker rodara este filme en sus instalaciones. Paradójicamente, hoy todo el mundo conoce esa institución gracias a esta historia que nos muestra la vida de un grupo de estudiantes de arte desde que asisten a las pruebas de admisión hasta la noche en que realizan su gala de graduados. Este filme no ha perdido ni una pizca de su poder de seducción. A veintisiete años de su estreno, continúa impactando por el magistral manejo de la elipsis, la frescura de sus interpretaciones y su estilo fotográfico y de montaje que remeda, en algunas secuencias, el cinema verité. Un clásico renovador del cine musical estadounidense. Vean la famosa secuencia del “Hot Lunch”:

El arco


El arco
(Corea del Sur, 2005)
Dirección: Ki-duk Kim.
Intérpretes: Yeo-reum Han, Seong-hwang Jeon, Si-jeok Seo.

Las películas del director coreano Ki-duk Kim se distinguen por la economía narrativa, la concisión y originalidad de sus tramas, la profundidad de sus personajes y el esteticismo de la fotografía y la puesta en escena. El arco no es una excepción. Esta inquietante historia presenta la relación entre un hombre de más de 60 años que ha vivido con una niña en una patana, en medio del mar, durante muchos años. Sólo espera que la jovencita cumpla 17 años para casarse con ella. Pero la llegada de un estudiante da al traste con su plan. Seong-hwang Jeon brinda una interpretación magistral como el anciano, en el que se entremezclan los sentimientos paternos y amorosos, y que predice el futuro lanzando flechas contra su barco, mientras la muchacha se mece en un columpio y pone en riesgo su vida. Al igual que en Samaritan Girl, la joven Yeo-reum Han sorprende gratamente al delinear un personaje misterioso e ingenuo, que queda en el recuerdo. Toda una exquisitez oriental. A continuación, el tráiler:



jueves, 3 de enero de 2008

Ashik Kerib


Ashik Kerib
(URSS, 1988)
Dirección: Sergei Paradjanov y Dodo Abashidze.
Intérpretes: Yuri Mgoyan, Sofikó Chiaureli, Ramaz Chkhikvadze.

Con Sergei Paradjanov sucede lo mismo que con el buen vino: mientras más tiempo pasa, se disfruta con mayor fruición. Este realizador armenio se ha ido convirtiendo en un clásico del cine de todos los tiempos. Sus propuestas tienen un sello sumamente original, que las hace reconocibles de inmediato. Por su acentuado carácter pictórico y su uso de las tradiciones folclóricas, esta adaptación de un "cuento oriental" de Lermontov es un deleite para los sentidos y el corazón. La película narra las aventuras y desventuras de un humilde bardo Ashik Kerib (Yuri Mgoyan) que, al no poder desposar a la hija de un pachá, sale al mundo en busca de fortuna. Saber que este gran realizador estuvo encarcelado y que se le impidió hacer cine durante largos años, nos hace pensar en cuántas obras suyas, tan fascinantes como esta, pudieron haberse materializado y, sin embargo, quedaron sólo en proyectos.

Espíritu burlón



Espíritu burlón
(Inglaterra, 1945)
Dirección: David Lean.
Intérpretes: Rex Harrison, Constance Cummings, Kay Hammond, Margaret Rutherford.

Esta deliciosa comedia, escrita por Noel Coward, narra las peripecias de Charles Condomine (Rex Harrison), un escritor que tiene que lidiar con dos esposas que rivalizan entre sí: una de ellas, Ruth (Constance Cummings), de carne y hueso; la otra, Elvira (Kay Hammond), un espectro que se materializa durante una sesión de espiritismo. Margaret Rutherford se luce en el excéntrico personaje de la médium Madame Arcati. Diálogos chispeantes, situaciones ingeniosas, un ritmo indetenible y un technicolor con agradables tonalidades pastel. Los efectos especiales recibieron un Oscar. Sin duda alguna, un clásico de la comedia británica. A continuación, el tráiler original:


viernes, 28 de diciembre de 2007

La venganza


La venganza
(España-Italia, 1958)
Dirección: Juan Antonio Bardem.
Intérpretes: Ralf Vallone, Carmen Sevilla, Jorge Mistral.

Para proseguir nuestro ciclo Bardem vimos esta otra película de su primera etapa. Aunque no puede compararse con Muerte de un ciclista y Calle Mayor, las dos obras cumbres de su filmografía, posee cierta dignidad, una buena factura y la trama se sigue con interés pese a que algunos diálogos pecan de literarios. Hay momentos deleznables, como la superflua narración introductoria, la supercursi secuencia en que aparece Fernando Rey interpretando a un poeta citadino que recorre los campos de Castilla en busca de "inspiración" o el fuera de contexto "toque folclórico" a cargo de Conchita Bautista (máxime cuando la música popular ha estado presentado de forma muy eficaz a través de los cantos de los segadores). Hacia el final, se introduce un discurso político demasiado explícito e innecesario. Buen trabajo de todo el elenco, en especial de Ralf Vallone, Jorge Mistral y Carmen Sevilla. Esta película fue candidata al Oscar en 1958.

La joven


La joven
(México-Estados Unidos, 1960)
Dirección: Luis Buñuel.
Intérpretes: Zachary Scott, Key Meersman, Bernie Hamilton.

Una de las menos conocidas y de las mejores películas que realizó Buñuel durante toda su carrera. Tiene una intensidad mayúscula, escasos personajes, pero maravillosamente moldeados; un guión preciso y lleno de sutilezas, y la ambientación idónea para el relato. Con muy contadas pinceladas del estilo surrealista que caracteriza casi toda la obra de Buñuel, en esta ocasión el director aragonés optó por una estética realista, casi documental, que recuerda el universo de Louisiana Story de Robert Flaherty. Una adolescente que ha crecido sola en un coto de caza localizado en una isla, sin conciencia de la sensualidad femenina que ha comenzado a irradiar; un vigilante pragmático y elemental, que se expresa mejor con el gatillo de su rifle que con las palabras; un clarinetista negro fugitivo, acusado injustamente de violar a una mujer blanca... Estos y otros pocos personajes convergen en un espacio agreste donde la sobrevivencia se impone a consideraciones éticas, morales o religiosas. Una escena:

martes, 25 de diciembre de 2007

El pirata samurai


El pirata samurai
(Japón, 1963)
Dirección: Senkichi Taniguchi.
Intérpretes: Toshiro Mifune, Tadao Nakamaru, Mie Hama.

Una encantadora película japonesa de aventuras. Quienes la vieron cuando niños, difícilmente habrán podido olvidarla, sobre todo por los personajes de Sennin (Ichiro Arishima), el anciano mago que pierde sus poderes cuando contempla los encantos de alguna mujer joven, y de la bruja que convierte en piedra a sus adversarios con solo mirarlos (Hideyo Amamoto). La escena en que el pirata Luzón (Toshiro Mifune) vuela amarrado a una gigantesca cometa dio mucho que hablar. Ese y otros efectos especiales hoy pueden parecer "rústicos", pero en la época en que se difundió la película fueron muy celebrados; incluso la revista Life les dedicó un artículo. Vean aquí, con unos colores que no hacen justicia a los originales, el tráiler japonés :


domingo, 23 de diciembre de 2007

La veneciana


La veneciana
(Italia, 1986)
Dirección: Mauro Bolognini.
Intérpretes: Jason Connery, Laura Antonelli, Monica Guerritore.

En el estilo picaresco de los cuentos del Decamerón, Mauro Bolognini adaptó un antiguo relato anónimo veneciano y se dio gusto fografiando la belleza de los palacios, las iglesias, las plazas, las calles, los puentes y, por supuesto, los canales de La Serenísima. También se recreó en la belleza del protagonista Jason Connery (hijo de Sean Connery), quien interpreta a Jules, un forastero que llega a la ciudad en busca de placeres... ¡y los encuentra en abundancia! Laura Antonelli, espléndida en su madurez, interpreta a Ángela, la ardiente viuda que logra disfrutar del joven forastero adelantándosele a su vecina Valeria (Monica Guerritore), una dama casada. Los personajes de las criadas son deliciosos y parecen salidos de una comedia de Goldoni, especialmente la de la viuda. Una película ligera y sin pretensiones, con un refinado erotismo y la exquisitez característica de Bolognini.

Segunda piel


Segunda piel
(España, 1999)
Dirección: Gerardo Vera.
Intérpretes: Jordi Mollá, Javier Bardem, Ariadna Gil.

El conflicto de esta película descansa en el triángulo amoroso que forman por Elena (Ariadna Gil) y Alberto (Jordi Mollá), un joven matrimonio, y Diego (Javier Bardem), el cirujano ortopédico que opera a Alberto y que se convierte en su amante. El drama que viven los tres personajes está descrito con eficacia, sin excesos melodramáticos y con gran humanismo. Las tres actuaciones protagónicas son impecables. Las escenas eróticas entre Bardem y Mollá, muy convincentes.

Allonsanfan


Allonsanfan
(Italia, 1973)
Dirección: Paolo y Vittorio Taviani.
Intérpretes: Marcelo Mastroianni, Lea Massari, Laura Betti, Mimsy Farmer.

Una joya de la filmografía de los hermanos Taviani. Aunque no tan conocida como Padre padrone o La noche de las estrellas fugaces, no tiene nada que envidiarles en plasticidad, profundidad psicológica de los personajes y aguda visión de una época. En esta ocasión, los realizadores recrean el mundo de las sociedades secretas revolucionarias en la Italia de la Restauración a través de las contradicciones del antihéroe Fulvio (Marcelo Mastroianni), quien intenta infructuosamente romper los vínculos que lo atan a su pasado como miembro de los Fratelli Sublimi. Hay secuencias antológicas, como la tonada que interpreta la familia Imbriani en su residencia campestre o cuando el protagonista es conducido por sus compañeros de secta en un ataúd por las calles de Milán. Aquí pueden ver los minutos finales, en los que Fulvio trata –literalmente– de cambiar de casaca política, para evitar la muerte:



jueves, 20 de diciembre de 2007

Calle Mayor


Calle Mayor
(España, 1956).
Dirección: Juan Antonio Bardem.
Intérpretes: Betsy Blair, José Suárez, Yves Massard.

Con esta película, seguimos nuestro "ciclo" Bardem. Corren los años 1950 y un grupo de jóvenes de una ciudad de provincia española (que no saben qué hacer con sus vidas), en medio de una farra, deciden hacer una de sus frecuentes bromas, egoístas y de pésimo gusto, para llenar las tantísimas horas vacías de sus respectivas existencias; Juan (José Suárez) , uno de ellos, se compromete a seducir a Isabel (Betsy Blair), una mujer a quien todos dan por sentado que se ha quedado para vestir santos. Esta historia , que en manos de un mal director pudo haberse convertido en un folletín barato, en las de Juan Antonio Bardem alcanza la categoría de un drama intenso y creíble.

La cinta retrata, con aguda mirada, a esa juventud sin horizontes que malgasta los mejores años de su vida en un contexto que tampoco ofrece muchas expectativas. Para lograrlo, se apoya efizcamente en la fotografía, que capta sobriamente los detalles de la descolorida vida cotidiana de la localidad de Logroño, en que se rodó la mayor parte de los exteriores del filme, y en un excelente cuadro de actores, en el que se destacan, además de la pareja protagónica, Yves Massard y Dora Doll.

Historias extraordinarias


Historias extraordinarias
(Francia-Italia, 1968)
Dirección: Roger Vadim, Louis Malle, Federico Fellini.
Intérpretes: Jane Fonda, Alain Delon, Brigitte Bardot, Terence Stamp.

Tres directores de lujo y un elenco de estrellas se reunieron en torno a tres relatos de Edgar Allan Poe. El resultado es sumamente desigual y desalentador. En primer lugar, de Poe quedó muy poco (por no decir casi nada). Aunque sería ingenuo esperar, en el caso de estos realizadores, una fidelidad a ultranza al texto, al menos debieron tener un respeto mínimo a sus esencias. Sin embargo, las narraciones del escritor norteamericano fueron sólo un pretexto para que cada uno de ellos diera rienda suelta a sus obsesiones, manías y demonios. La película empieza con Metzengerstein, un disparate seudoerótico en el que Vadim disfraza a Jane Fonda con algunos de los vestuarios más cursis que se hayan visto jamás en la pantalla. Le sigue William Wilson, quizás la pieza más lograda de la trilogía, sobre todo por la secuencia del juego de naipes entre Alain Delon y Brigitte Bardot, bien resuelta por Malle. Y para cerrar, Toby Dammit, una suma de todas las excentricidades características del Fellini de esa época. A uno de nosotros este último segmento le gustó, le pareció imaginativo y delirante. El otro, lo encontró abominable. Sin embargo, hay que reconocer que Terence Stamp cumplió su cometido en el rol del astro extranjero que llega a Cinecittá para protagonizar una coproducción. En resumen: si no han visto este filme, no se han perdido nada,

Jamón jamón


Jamón jamón
(España, 1992)
Dirección: Bigas Luna.
Intérpretes: Stefanía Sandrelli, Anna Galiena, Javier Bardem, Penélope Cruz, Jordi Mollá.

Una tragedia de la España profunda. Entre calzoncillos y jamones. se desatan las pasiones de un grupo de personajes de distintas clases sociales. Tres jóvenes luchan por abrirse paso en su limitado entorno y a contrapelo de los prejuicios de los adultos que los rodean. Penélope Cruz, Javier Bardem y Jordi Mollá hacen gala de una pasión y de una autenticidad sorprendentes por su condición de actores noveles. Las italianas Ana Galiena (como La Puta Madre) y Stefanía Sandrelli (como La Madre Puta) dan vida a dos mujeres fuertes, sobreprotectoras y de gran sensualidad, que, a su manera, tratan de defender el futuro de sus hijos. Un momento antológico: el téte-a-téte entre la dueña del "putibar" y la cacatúa. Una extraordinaria película de Bigas Luna y del cine español de la década de 1990.
Una escena con calidad de imagen regular y doblada al italiano:

Limonada Joe


Limonada Joe
(Checoslovaquia, 1964)
Dirección: Oldrich Lipský.
Intérpretes: Karel Fiala, Milos Kopecký, Kveta Fialová, Olga Schoberová.

Una deliciosa sátira musical a las películas del Salvaje Oeste y al american way of life. La vimos cuando éramos niños y, para nuestra sorpresa, muchos años después continúa conservando toda su lozanía y su sarcasmo. Una joya del mejor cine checo de la década de 1960.

Aquí pueden ver la escena en que Joe (Karel Fiala) interpreta el tema musical. La voz es de Karel Gott:


Una escena trepidante en el saloon, a cargo de Tornado Lou (Kveta Fialová) y sus chicas: